Lo peor que tiene este libro es el título. Y no es algo que se deba achacar al autor, quien, con relativo acierto, lo tituló "Wildlife".
Aparte de ello, aclaro que Richard Ford es uno de mis escritores favoritos; uno de esos que son capaces de contar una historia sacada practiacamente de la nada, y hacerla degustable, buena literatura, libros que al finalizarlo te obligan a quedarte un rato mirando por la ventana sin pensar en nada, pero quizás pensando muchas cosas. Hace ya algún tiempo escribí algo sobre él aquí.
Comienza así: "En el otoño de 1930, cuando yo tenía 16 años y mi padre llevaba sin trabajo algún tiempo, mi madre conoció a un hombre llamado Warren Miller y se enamoró de él." La historia ocurre en Great Fall, Montana, una zona donde ya situó varios relatos de su libro "Rock Springs". La historia de un padre, una madre y el joven de dieciséis años que narra la historia. Tres personajes prototipos recurrentes en las novelas de Ford y su exploración de la sociedad americana a través de las relaciones familiares. Los tres llegan a Great Falls desde Idaho en la creencia del padre de que la gente estaba haciendo dinero en Montana, o pronto comenzaría a hacerlo. Sin embargo, en lugar de esa suerte deseada, la nueva ciudad los recibe con un gran incendio forestal y con los temores asociados a él y, en general, los temores de un adoslescente ante esas cosas raras que solemos hacer los adultos.
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