Los hombres que no mataban a las mujeres

  He estado pensando en si había alguna manera de calcular las personas con quienes he tenido algún trato más o menos cercano durante mi vida. Compañeros de colegio, de trabajo, amigos del barrio, maestros, tíos, primos... Y también me preguntaba si se podía calcular algún aproximado de cuántas de ellas son hombres. No puedo calcularlos, pero han sido muchos, algunos miles, por lo menos.
He conocido hombres mentirosos, manipuladores, ladrones, borrachos, adictos al juego, adictos a la cocaína, adictos al sexo; he conocido hombres cegados por la rabia, por el odio, por el desamor; he conocido hombres traicioneros, cobardes, patéticos; tontos, poco razonables, violentos, misóginos; incluso conocí hombres que habían asesinado a otros hombres.
Sin embargo, de todos ellos, jamás me encontré con uno que hubiese matado a una mujer.
Querido Diario, no. Los hombres no matan a las mujeres. Hay hombres que matan mujeres. Como hay hombres que matan hombres. Como hay mujeres que matan hombres. Como hay mujeres que matan mujeres. Sí, el sexo masculino tiende más a la violencia, responde más a los instintos básicos de esa especie animal que somos. Los hombres son menos inteligentes, razonan menos, son diferentes, a peor seguramente, que las mujeres, Pero, los hombres no matan a las mujeres. Hay hombres que descargan sus frustraciones de la peor manera. Hay hombres que van más allá de la cobardía. Hay hombres enfermos. Hay instituciones carcomidas por el buenismo. Hay leyes de mierda. Hay gente que vive en un mundo de rosas, donde la gente sonríe y te tiende la mano. Hay gente que cree que la cárcel es una escuela y no un castigo. Hay gente que dice "pero es un ser humano y tienes derechos...". Hay gente que llora cuando no hay remedio.
Las generalizaciones les van muy bien a los razonamientos simples, aúpan eslóganes, alientan causas, pero son irreales. Los curas no son pedófilos. La enfermeras no son putas. Los colombianos no son narcotraficantes. Los rusos no son alcohólicos. Los brasileños no juegan bien al fútbol. Los hombres no matan a las mujeres.
Y aunque lo sigan repitiendo, no es verdad.